El diario La Republica de Colombia informa sobre la necesidad de entender a la educación financiera como una política prioritaria para el bienestar”
“Los países deben percibir la educación financiera como algo prioritario”
Brasil, Chile, Colombia, México y Perú son los cinco países que cuentan con Estrategias Nacionales de Educación Financiera en América Latina, cada una con un objetivo propio
La digitalización juega un papel clave. El procesamiento de datos a través de algoritmos permite un mejor diagnóstico de las necesidades financieras y formas de comunicación más fáciles y entendibles. Las innovaciones contribuyen a mejorar la transparencia de las instituciones y, sobre todo, a facilitar el acceso a información personalizada que ayude a la toma de decisiones, especialmente entre los más vulnerables.
Otro ingrediente es la economía del comportamiento. Esta ayuda a entender cómo los factores psicológicos, culturales y sociales de los consumidores afectan su comportamiento económico, y así tomar las mejores decisiones ahora pensando en su bienestar futuro.
Es de vital importancia que todos los países perciban el tema de la educación financiera como algo prioritario. Las estrategias como las de los países de la Ocde permiten establecer directrices para el diseño de políticas. De forma equivalente, la Red de Salud Financiera (Network for Financial Health), es un buen ejemplo de cooperación internacional para trabajar por una mejor salud financiera.
Existe cierta heterogeneidad entre los países de la región. Mientras los ciudadanos de Chile y Ecuador muestran un mayor conocimiento en temas relacionados con los tipos de interés, en Colombia y Bolivia muestran resultados mejores en cálculo e inflación. En la región existen cinco países con estrategias nacionales de educación financiera. Se trata de Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. En cada una de estas estrategias se formulan objetivos generales y específicos.
Cada vez más. Los clientes demandan una atención más personalizada, desde cualquier lugar, en cualquier momento, de manera inmediata y a través del canal que les resulte más conveniente. Además, el sector financiero se enfrenta a la entrada de nuevos competidores digitales, así como a la aparición de nuevos servicios y nuevos modelos de negocio. La digitalización, en definitiva, es una fuente de oportunidades y una herramienta que facilita el uso de los servicios financieros y el acceso a los mismos.
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