Ahorrar, controlar los gastos, pagar deudas, ganar más dinero… Existen diferentes propósitos financieros que nos fijamos de cara al año nuevo. Todos ellos tienen un objetivo común: contribuir a tener una mejor salud financiera.
Así como solemos elegir hacer más ejercicio, comer mejor o aprender un idioma nuevo como propósitos cuando va a comenzar un año, en el caso de la economía personal también podemos plantearnos diferentes tipos de objetivos con el fin de cuidar o gestionar mejor nuestras finanzas y ahorrar dinero para comprar un coche, jubilarnos, viajar, etc.
Tener propósitos financieros es un buen ejercicio para mantener el control de nuestra economía, ya que nos ayuda a gestionar adecuadamente los recursos que tenemos disponibles y a cumplir con los objetivos de una forma organizada y adaptada a nuestras posibilidades y necesidades reales. También son útiles para estar preparados en caso de tener que afrontar gastos imprevistos que podrían afectar a nuestra estabilidad financiera.
Aunque la llegada del año nuevo suele ser la más elegida por las personas para decidir fijar o renovar metas, la realidad es que cualquier momento es bueno para marcarse objetivos económicos. A continuación encontrarás cinco propósitos que son clave para mejorar la salud financiera.
Ahorrar es clave
El ahorro es el primer paso para tener una situación financiera saneada. Esto nos permite afrontar los imprevistos que puedan surgir de forma más holgada. Pese a que ahorrar debería ser uno de los propósitos más importantes, también suele ser uno de los más difíciles de cumplir, en parte por los sesgos financieros: aquellas decisiones que toma nuestro cerebro automáticamente y que nos empujan a gastar y obtener la recompensa inmediata antes de pensar en el futuro.
Existen pequeños cambios en los hábitos diarios que pueden contribuir al ahorro. Por ejemplo, definir cantidades específicas para el ocio con el fin de no gastar de más, hacer presupuestos, cancelar suscripciones a servicios innecesarios o elaborar una lista para ir al supermercado, entre otras.
Los malos hábitos son enemigos de los propósitos, tanto en la vida personal como en la financiera, que afectan a nuestro bienestar. Por eso, en este artículo de Sano de Lucas, aprenderás los 4 malos hábitos financieros que debes evitar.
Disminuir o eliminar las deudas
Existen bienes a los que se suele acceder, de forma general, por medio de financiación como, por ejemplo, el caso de la hipoteca para comprar una vivienda o el préstamo para la compra de un coche. Sin embargo, hay otro tipo de situaciones en las que se recurre a la financiación para adquirir productos o servicios que no son necesarios y que se convierten en una carga económica durante un determinado periodo de tiempo, como la financiación de la compra del modelo más reciente de smartphone o de las vacaciones de verano. Sea cual sea el motivo, lo importante para gestionar adecuadamente las deudas es tener en cuenta la capacidad de pago y estar preparado ante una situación adversa, como la disminución de los ingresos o un gasto imprevisto.
Para cumplir con el propósito de reducir las deudas, el primer paso es no acumular más obligaciones y evitar en lo posible recurrir a préstamos o tarjetas de crédito mientras se retoma el control de las finanzas. El siguiente paso es planificar el pago de las deudas dependiendo de la capacidad de cada uno. Para lograrlo existen varias alternativas, como empezar por las cuantías más pequeñas o por las que representan mayores tipos de intereses. Por último, antes de financiar algo es recomendable preguntarnos si el bien o servicio es imprescindible o si se podría comprar en otro momento, cuando se cuente con el dinero para hacerlo.
Evitar los gastos hormiga
Existen diferentes enemigos del ahorro como los gastos que realizamos diariamente casi sin darnos cuenta y que pensamos que debido a su pequeña cuantía no afectan a nuestra economía. Se trata, principalmente, de compras prescindibles o innecesarias: tomar un café cada mañana al salir de casa en la cafetería, comer en un restaurante todos los días o la suscripción a un servicio o producto que casi no usamos, entre otras. Al ser cantidades pequeñas suelen pasar desapercibidas, pero si las sumamos pueden convertirse en una parte importante de nuestros gastos del mes.
Para cumplir con el propósito de mantener bajo control los gastos hormiga, lo primero es reconocerlos y ser conscientes de que existen y que caemos en ellos. Así la próxima vez será más fácil decidir si nos convienen o no. Otra clave es hacer una lista para diferenciar entre nuestras necesidades o prioridades y nuestros caprichos o deseos. Podemos utilizarla, por ejemplo, para ir al supermercado y no gastar de más o en los momentos en los que se presente alguna tentación de compra innecesaria.
Generar ingresos extra
Para mejorar la salud financiera no es requisito que todos los propósitos estén orientados a las restricciones o privaciones. También es posible establecer algunos que busquen generar ingresos adicionales para lograr el equilibrio con los gastos.
Una buena idea podría ser acudir a las opciones que ofrecen las plataformas de economía colaborativa, por ejemplo. A través de diferentes aplicaciones es posible vender ropa, accesorios, electrodomésticos y aquellos otros artículos que ya no utilicemos y que podrían representar un dinero extra. De esta forma también promovemos un consumo más responsable y contribuimos al cuidado del medioambiente, ya que le estamos dando una segunda vida a dichos objetos.
La inversión es otra opción para cumplir con el propósito de generar ingresos adicionales. A través de acciones de distintas empresas, fondos de inversión, bonos o depósitos, entre otros productos, es posible obtener rentabilidad. La principal recomendación antes de invertir en uno u otro es asesorarse, pues la correcta elección depende de aspectos como el perfil del inversor o el riesgo que se esté dispuesto a asumir.
La educación financiera es fundamental en nuestras decisiones económicas. Por eso, Tu Futuro Próximo ha preparado este artículo para saber cómo incide en los hábitos de ahorro e inversión.
Planificar antes de gastar
Por último, pero no menos importante, dentro de los propósitos financieros está la planificación. Así como no es recomendable gastar por gastar, tampoco se trata de ahorrar por ahorrar; sino de hacerlo de una forma organizada y orientada a la consecución de objetivos. Conocer bien los ingresos y los gastos es el punto de partida para empezar a ordenar las finanzas personales.
Para que la planificación sea exitosa es necesario ser realista con los objetivos marcados pues establecer metas difíciles de cumplir puede ser contraproducente, causando desmotivación, frustración y abandono de las mismas. Además, es recomendable revisar cada cierto tiempo el estado de los propósitos con el fin de saber si vamos por buen camino o si es necesario tomar acciones al respecto.
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